En la ciudad, 268 personas mil lideran su propio micronegocio, y por cada 100 de estos, se crean alrededor de cuatro empleos. Más allá de las cifras, están las historias de quienes han encontrado en el emprendimiento una pasión y camino para el crecimiento.
El emprendimiento se ha consolidado como un motor fundamental para el desarrollo económico y social de Cali. Según cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), la ciudad cuenta con 1.1 millones de personas ocupadas, de las cuales 268 mil lideran su propio micronegocio. Estos negocios generan aproximadamente 15 mil empleos, es decir por cada 100 micronegocios, se crean alrededor de cuatro empleos.
En este contexto y en línea de su principal propósito de fortalecer las capacidades personales y empresariales de las personas, contribuyendo a que logren salir de la línea de pobreza monetaria, la Fundación WWB Colombia cuenta con diferentes programas que en 2024 impactaron a 3.567 negocios y generaron 3.024 empleos, logrando además que el 65% de los beneficiarios incrementarán sus ventas.
Algunos testimonios dan cuenta de ello y del poder de emprender, cómo Derly Viera creadora de Jiret, un negocio que ofrece todo tipo de alimentos y refrigerios para eventos y ocasiones especiales. “Cuando yo cocino, siento que tengo algo por qué luchar, que puedo compartir con las demás personas y me hace sentir viva y que vale la pena seguir adelante y esforzarnos por nuestros niños.” afirma.
Como muchas emprendedoras, Derly enfrenta el desafío de equilibrar sus labores de cuidado en el hogar con el desarrollo de su negocio. En Cali, el 69.4% de las mujeres emprendedoras dedican más de ocho horas diarias a tareas domésticas no remuneradas, según cifras del Índice de Equidad de Género (IEG). “Otros de los retos que hemos tenido es cómo darnos a conocer y formalizar nuestro emprendimiento, allí la Fundación ha jugado un papel fundamental”.
Derly comenzó su proceso con Fundación al entrar al programa de Yarú Semipresencial , posteriormente y gracias a Conexiones Comerciales, pudo conectar con grandes clientes como Andina Seguridad del Valle, Globant y Alkosto, lo que impulsó la formalización y expansión de su negocio, y transformó su visión empresarial, permitiéndole empoderarse, y generar un impacto positivo en su vida y en la sociedad.
De acuerdo con datos del Índice de Equidad de Género (IEG), el 42.6% de los micronegocios en Cali son propiedad de mujeres, lo que evidencia su protagonismo en la economía local. De hecho, el 68.9% de estas mujeres son el principal sustento económico de sus hogares, aportando más del 50% de los ingresos familiares, es decir en promedio, cada una impacta la vida de 3.4 personas, lo que se traduce en aproximadamente 122 mil personas que dependen directamente de estos negocios, reforzando su papel esencial en la estabilidad financiera de la región.
Así como Derly, Nataly Ibargüen también encontró en la Fundación WWB Colombia un apoyo fundamental para impulsar su emprendimiento, Quilombo, una iniciativa que rescata los sabores ancestrales de la cocina del pacífico colombiano. Nataly participó en el programa Reactívate, donde recibió capital y asesoría para reestructurar su negocio y diversificar su oferta. “Cuando comencé las capacitaciones con la Fundación, vendí mi primer millón, la verdad nunca pensé que íbamos a llegar a facturar así o vender mil unidades de tamales, por ejemplo” comenta, gracias al área de Conexiones Comerciales ha logrado ofrecer sus productos y servicios a organizaciones como Banco W y Banco de Occidente.
Durante el camino, Nataly aprendió que delegar es clave para emprender: “En los últimos dos años he tomado conciencia de que tengo que delegar, por eso hemos creado un equipo de trabajo en el que yo no me tengo que encargar de todo sino que hay una organización, en la cual todos están a cargo de determinadas tareas”. Por eso, su consejo para otros emprendedores es claro: “Si eres buena en algo, en lo que sea, anímate a aventurarte al mundo del emprendimiento y busca un aliado que te ayude a escalar tu negocio, como la Fundación”.
La senda del emprendimiento es descrita por Nataly como “gratificante” no solo a nivel económico, sino también espiritual y mentalmente. Como lo evidencia la experiencia de Wilmar Vivas y su emprendimiento Johnwy Burger, un negocio de comidas rápidas ubicado en el barrio Poblado 1 de Cali, en la comuna 13. “Todo lo de mi emprendimiento me apasiona, tanto así que tengo tatuado el nombre del negocio. Voy para adelante y la idea es seguir creciendo y ver si monto otra sede.” afirma sonriente y visiblemente emocionado.
“Gracias a Yarú Semipresencial aprendí muchísimo, me enseñaron que son los gastos hormiga, y a tener presente cuánto me gasto en arriendo, servicios y mercancía” manifiesta Wilmar, quien además gracias al programa Voy de la Mano obtuvo el incentivo financiero para remodelar y establecer el local dondé actualmente se encuentra.
“Todo este camino me llena de mucha felicidad. Me lo había soñado, soy una persona a la que le gusta trazarse metas, y todo ha cambiado porque ya uno se mantiene más solvente” sostiene sobre el impacto de su emprendimiento y los programas de la Fundación. Wilmar considera que la clave para emprender es “insistir, persistir y nunca desistir” e invita a todas las personas a perseguir sus sueños y luchar por las metas que se tracen.
Estas historias son solo una muestra del poder transformador del emprendimiento en la vida de las personas y en el desarrollo de Cali. Derly, Nataly y Wilmar son ejemplos de cómo la pasión, la perseverancia y el apoyo adecuado pueden convertir sueños en realidades, generando un impacto positivo en sus familias, sus comunidades y la economía local. En este proceso, la Fundación WWB Colombia desempeña un papel fundamental, brindando herramientas y conocimientos y, a la vez, fortaleciendo el espíritu emprendedor y creando una red de apoyo que permite a las personas alcanzar su máximo potencial y construir un futuro más próspero e inclusivo para el país.